La verdad, es que he leído tantas versiones de la historia de como se creo este dulce que no sabía cual contaros. Mis conocidos argentinos obviamente defienden la leyenda que dice que se creo porque a la cocinera de Juan Manuel de Rosas (político argentino que dio nombre a un periodo de la historia del país) quemó la leche con azúcar que preparaba para servir el mate (infusión típica de algunas regiones de sudamérica caracterizada por su amargor). Es más que probable que no sea esta la causa porque, ¿a quién no se le ha quemado alguna vez la leche y ha tenido que tirar hasta el cazo?, jeje, pero como no voy a discutir os dejo aquí lo que dice wikipedia al respecto, cada uno que elija su historia, y yo os dejo la receta que es a lo que iba.
Advertiros que la receta requiere de bastante tiempo y paciencia, motivo por el cual suele salir más rentable comprarlo ya hecho, además de que hoy en día podéis encontrarlo en cualquier supermercado o tienda de productos internacionales.
1 l. de leche entera.
300 gr. de azúcar
1/2 cucharadita de bicarbonato.
1 cucharadita de extracto o esencia de vainilla.
Ponemos en una cazuela la leche y el azúcar a temperatura media hasta que caliente la leche y se deshaga el azúcar. En ese momento bajamos el fuego y añadimos el bicarbonato y la vainilla y removemos. Tenéis que estar pendientes de la preparación unas dos horas, procurando que nunca hierva la leche, por lo que a veces tendréis que retirar el cazo del fuego unos segundos, y tendréis que fijaros que no se pegue al fondo ni se hagan grumos.
Poco a poco el agua de la leche se irá evaporando y veréis como a la vez que va espesando va tomando ese color acaramelado que caracteriza al dulce de leche. Cuando haya tomado una consistencia similar a una cremita (tipo postre cremoso), lo retiramos del fuego y lo seguimos moviendo otros 10 minutos para que atempere un poco. Para saber si esta listo, dejamos caer una cucharadita en un platito y si no se extiende y se queda consistente es que esta listo, si no, tendréis que calentarlo un poquito más.
Una vez frío lo podéis poner en un bote y guardarlo en la nevera hasta que vayáis a usarlo.

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