lunes, 13 de octubre de 2014

El salmón del conocimiento.


Cuenta la leyenda, que en Irlanda hubo una vez un salmón que comió nueve avellanas que habían caído de nueve avellanos que rodeaban la poza donde vivía, y que como estos albergaban el conocimiento del mundo, el salmón adquirió ese conocimiento. 

Un día y tras mucho tiempo intentándolo, el druida y bardo Finn Éces lo pescó y encargo al joven Fionn McCumhail (que por aquel entonces no era más que un muchacho pero que se convertiría en uno de los grandes héroes de Irlanda) que vigilara al salmón mientras se cocinaba en el fuego pero que por nada del mundo lo probara. 
Tras un rato al fuego y viendo que se hacían burbujas en la piel al irse cocinando el pescado, quiso el joven Fionn chafar una y ver de paso si ya estaba cocinado. Al hacerlo se quemó el dedo e inmediatamente se lo llevó a la boca para aliviar la quemazón. En ese momento, y solo por ese breve contacto, Fionn, adquirió una gran sabiduría y cuando acercó el salmón cocinado a su maestreo, ese percibió que el joven había cambiado y le preguntó si había probado el salmón cosa que negó. No obstante, le contó lo que había pasado con el dedo. Finn le dio a Fintan, que así se llamaba el pescado, cocinado y le dijo que se lo comiera. Al hacerlo el muchacho adquirió toda la sabiduría que los avellanos habían depositado en sus frutos y de esta manera Fionn llegó a convertirse en líder de la Fianna, un pequeño ejército formado por héroes. 

Hoy me sentía con ganas de algo de mitología, espero que os haya gustado el relato. Mi receta de hoy aunque no os aportará mucha sabiduría como al muchacho, al menos si energía de forma sana y sin apenas grasa, además de ser muy, muy sencilla.

Salmón en papillote con ensalada de patatas al limón.


Ingredientes:

- 1 rodaja de salmón por persona (si queréis lomo el procedimiento es el mismo pero suele ser más caro)
- 1 patata mediana por persona.
- 1 limón.
- Ralladura de 1 limón.
- Una cucharadita de eneldo.
- Sal. 
- Agua para cocer las patatas.
- Un puñadito de avellanas.
- Papel de aluminio.
- Aceite de oliva (opcional)



Ponemos las patatas cortadas en dados a cocer. Cuanto más pequeños sean los trozos antes se coceran. 
Cuando estén listas, las colamos y en caliente les ponemos zumo de limón (medio limón cada dos patatas más o menos aunque va por gustos de acidez) , una pizca de eneldo, sal y podéis ponerle un poco de aceite de oliva, pero no es necesario, así que dependerá de vuestra dieta. Picamos las avellanas y se las añadimos.
Reservamos en un lugar cálido para servirlas tibias.

Hacemos unos rectángulos de papel de aluminio de algo más del doble del largo de la cortadas de salmón. Ponemos el pescado más o menos en el centro y le ponemos ralladura de limón, eneldo y sal (hay quien le pone mantequilla, yo prefiero reservar esas calorías de más para los dulces) Doblamos el papel sobre si mismo, y luego vamos plegando todos los laterales para formar como un especie de sobre con el salmón dentro. 
En una sartén caliente ponemos los paquetitos de salmón y los cocinamos unos 2 minutos por cada lado.

Para servirlo ponemos el paquetito en mitad del plato y con cuidado de no quemarnos y la ayuda de un cuchillo o tijeras abrimos el paquete (veréis que huele de lujo y además esta lleno de jugo, por eso no necesitan aceite las patatas) y ponemos los dados de patata. 

Si alguno adquiere la sabiduría máxima, que me de la receta, al menos para un poquito, jeje.
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