Esta receta no tiene apenas calorías por lo que es perfecta si estáis a dieta u os gusta mantener la línea y es muy rápida y sencilla. Aunque seáis solo uno o dos en casa, os recomiendo seguir estas cantidades ya que podéis congelar el restante y para otro día solo tendréis que calentarla.
Ingredientes para 4 personas:

3 puerros.
1 cebolla.
La ralladura de dos limas.
Media cucharadita de jengibre.
Una pizca de pimienta (yo uso una mezcla de diferentes pimientas)
Dos cucharadas de aceite.
Agua (no doy cantidades, luego os explico)
4 huevos
Sal al gusto.
Necesitaréis una batidora para triturar y papel film.
Picáis la cebolla, el puerro y la calabaza, no hace falta que sean trozos pequeños porque luego vais a triturarlo, pero que no sean demasiado grandes para que cuezan más rápido, y las ponéis con el aceite en una olla grande. Doramos durante unos 10 minutos dejando los primeros 5 minutos solo la cebolla y el puerro y luego añadiendo la calabaza removiendo de vez en cuando.
Añadimos agua hasta cubrir más o menos un dedo por encima. Es posible que necesitéis más agua luego, todo depende de lo líquida o densa que queráis la crema.
Lo dejamos cocer una media hora tapado, comprobad que la calabaza está bien cocida y en caso de aún estar dura, dejadlo un poco más.
Cuando ya esté todo bien cocido y blandito, lo trituramos (es el momento de añadir más agua si queréis), añadís la pimienta, la ralladura de una de las limas, el jengibre y lo saláis a vuestro gusto. Lo volvemos a llevar al fuego hasta que empiece a hervir otra vez y tras un par de minutos apagamos el fuego y lo reservamos.
Ahora vamos a hacer los huevos. Aunque podéis cocerlos a la manera tradicional y ponerlos luego en trocitos o rallados, voy a daros otra idea.



En un cazo con agua caliente los ponemos y contamos unos 4-5 minutos desde que rompa a hervir. Veréis como poco a poco va cuajandose. Lo ideal es que la yema quede liquida para nuestra presentacion.
Mientras se cuecen los huevos servimos la crema en cuencos. Pasado el tiempo de cocción, los sacamos del agua y volviendo a ponerlos en la tacita de antes, cortamos el nudo con las tijeras y con cuidado de no quemarnos y una cuchara vamos despegando poco a poco el huevo del papel film y los vamos poniendo en el centro de los cuencos con cuidado de que no se hundan. Rompemos justo antes de servir las yemas, y ponemos por encima la ralladura de lima restante (yo en ese caso las hecho en tiras con un cacharrito que tengo para eso y que ya os mostraré, pero podéis rallarla o sacarla con el cuchillo.
El olorcito que sube con ese toque final de lima y el jengibre son espectaculares. Espero que os guste y aprovechéis que estamos en temporada de calabazas para probarla.

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