lunes, 29 de septiembre de 2014

Scones irlandeses.

Para inaugurar esta sección voy a dejaros una receta de uno de mis dulces favoritos, los scones. Son baratos, fáciles y rápidos de hacer, nos pueden ayudar los niños, y aparte aguantan varios días en perfecto estado, los podemos usar de merienda o almuerzo para excursiones o para el trabajo y ¡hasta se pueden congelar! ¿Se les puede pedir más?

Voy a daros los ingredientes de la receta básica pero os recomiendo que probéis a añadirle ralladura de limón o naranja, arándanos, pasas, pepitas de chocolate, o incluso un poco de queso.

Ingredientes:
5 tazas de harina de repostería.
225gr de manteca.
 2 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo.
1 cucharadita de sal.
3/4 taza de azúcar.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
2 huevos.
1/2 taza de leche.

Mezclamos en un bol la harina con la sal, la levadura y la mantequilla cortada en dados y lo trabajamos con los dedos hasta que tome la consistencia como de migas. Añadimos la leche, los huevos y la vainilla y lo seguimos trabajando hasta obtener una  masa homogenea. Es en este último paso cuando añadiremos la fruta, chocolate, queso, o aquello con lo que hayamos decidido experimentar pudiendo sustituir la esencia de vainilla por otro tipo de esencia.
Estiramos la masa dejándola con una altura de unos dos dedos y cortamos círculos.

En una bandeja de horno cubierta con papel para hornear vamos poniendo los círculos con una distancia de unos 2 cm ya que van a crecer en el horno y horneamos unos 15 o 20 minutos hasta que estén dorados.


Opcionalmente podéis pintarlos con huevo o espolvorearles azúcar en grano antes de meterlos al horno, a mi me gusta ponerles azúcar glass cuando están recién sacados de horno.
Si se sobrevive a la tentación de comerlo solo la manera tradicional de servirlo es acompañado con mantequilla y mermelada. Si sois atrevidos, os recomiendo añadirle un puñado de pasas y usarlo para hacer montaditos con salmón ahumado.

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